Hay un motivo para que Internet esté lleno de fotos y vídeos de gatitos, y es que cada vez hay más personas que comparten sus casas y sus vidas con uno varios de estos animalitos peludos y encantadores. Pero, además de ser adorables, los gatos tienen necesidades muy específicas y requieren una parte del espacio de nuestras casas: comederos, rascadores, areneros, juguetes, plataformas, camas, mantas para el invierno y hasta su propio aire acondicionado en verano, aunque solo sea en forma de botellas de plástico forradas con telas y rellenas de agua helada para evitar los golpes de calor.

No es fácil encontrar información sobre cómo integrar todos estos elementos en la decoración de una casa de tamaño normal, así que aquí tenéis algunas ideas que os ayudarán a aprovechar vuestra reforma para crear un ambiente adecuado para los gatos y agradable para los humanos.

Si no tienes mucho tiempo para salir de casa, puedes encontrar algunos artículos en Internet, ya que existen muchas tiendas especializados en cositas para los animales.

1.- El arenero: el primer elemento de discordia

No importa cuántas vueltas le des, el arenero es el cuarto de baño de tus gatos. Existen al menos dos soluciones para que forme parte de tu decoración sin ensuciar más de lo debido. La primera, tenerlo en cuenta cuando alicates el baño. Reserva un espacio de tamaño similar a un plato de ducha pequeño y pide a tus albañiles que construyan una estructura cuadrada similar a la caseta de un perro, pero sin tejado. Se muy específico en cuanto al suelo: necesitas un borde de unos 10 cm de alto y tres “paredes” de unos 50 cm. Recubrirlas con las mismas baldosas que has elegido para el suelo creará un efecto visual de continuidad. La parte de arriba queda al aire para coloques una tabla a modo de estantería. Por ahí cambiarás y limpiarás la arena, mientras que tus gatos entrarán en su arenero por el hueco de debajo. El reborde de 10 cm les servirá para apoyarse y sacudirse las patas traseras ¿El resultado? Menos trastos en el baño y menos restos de arena en la casa.

La segunda solución es más sencilla si tienes un balcón o terraza, y cuenta con la ventaja de los clásicos: pide que te abran una gatera en la puerta que comunica tu terraza con el interior. Ahora hay muchos modelos que permiten que los gatitos las empujen pero que no dejan que pase el frío cuando están cerradas. Los más populares son los que incorporan goma en los bordes de la puerta abatible. Tener el arenero fuera ofrece la clara ventaja de librarte de los malos olores. Si la pereza no es tu punto débil, esta es la solución más económica y menos invasiva.

2.- Rascadores: salva tus muebles y decora

Elegir un rascador adecuado para tus mascotas es tan divertido como buscar casa si no tienes prisa por mudarte. La variedad es tan amplia que puedes pasar horas contemplando los más pequeños que caben en cualquier sitio, como los planos, que se pueden colgar de las manillas de las puertas y tienen formas divertidas de animales o flores; hasta los más grandes, que ocupan toda una columna de suelo a techo y que incorporan postes de rascado, hamacas, túneles, casitas, escaleras… auténticas urbanizaciones para gatos.

De nuevo, la clave está en el espacio. Para los que disponen de él basta con elegir los colores que combinen con la habitación donde vayan a colocarlo. Hoy en día se fabrican en tonos naturales que van muy bien en ambientes donde predomine la madera, pero también en colores pop como el fucsia, el azul eléctrico o el amarillo, para ambientes más divertidos. Es importante tener en cuenta el color del gato: los rascadores tienen partes de peluche donde se acumula el pelo de tus mascotas. Por mucho que aspires, siempre quedan, así que escoge un rascador que los disimule.

¿Cuáles son las posibilidades para quienes no disponen de dos metros cuadrados para un rascador de tipo palacio? Lo primero es asumir que los rascadores son necesarios: si tus mejores amigos no tienen un sitio para afilarse las uñas lo harán en tus sofás, en tus mejores sillas y hasta en los marcos de las puertas. Y si no disponen de un lugar donde sentarse, te robarán tu sillón favorito. Las posibilidades son tantas como dispuesto estés a que tu casa sea también la casa de tus gatos: forra las patas de las sillas con cuerdas que puedes cambiar cuando los gatos las destrocen y que dan mucho juego en ambientes de estilo industrial o boho chic; sobre todo si los combinas con cestas y cojines a modo de camitas que puedes colocar cerca de tus sofás. Intercala algún estante de peluche al que los felinos puedan saltar entre tus anaqueles de libros. A los gatos les gustan las alturas y les encantará disponer de un lugar desde el que dominar la habitación.

3.- Comederos: el problema de las salpicaduras

Nadie quiere que los comederos de sus mascotas estén en la cocina, así que se suelen colocar en los salones, los pasillos o, los más afortunados, en alguna habitación sobrante. Por lo general lejos de un grifo para rellenar el bebedero y lejos de donde se guarda la comida. La zona suele requerir tanta limpieza como el arenero y nunca estamos contentos con su aspecto. Aquí la decoración está de nuestra parte. El primer paso es hacerse con una alfombrilla de buen tamaño de un color similar a la pared y que contraste con el suelo. Por una parte porque el contraste es agradable a la vista y por otra porque así se ve mejor la zona a limpiar.

En segundo lugar hay que buscar bien dos cuencos de buen tamaño que combinen con la alfombrilla, o bien un cuenco y una fuente. Las fuentes mejoran la hidratación de los gatos porque les incitan a beber más. Aunque puede que salpiquen, no olvides que has colocado una alfombrilla para proteger el suelo. El cuenco es el truco que usarás para convencerte de que todo está bien. Salvo que puedas colocar un recipiente bonito junto a los comederos porque, una vez más, dispongas del espacio necesario, vas a tener que moverte por la casa con el comedero, así que compra uno grande, pare rellenarlo menos veces, y que te guste.

Les queremos y hemos hecho que nuestra casa sea también la tuya, pero no todo es amor y comodidad, aunque esperamos que estas pocas ideas hayan servido para hacer tu vida un poco más fácil y tu casa un poco más bonita y funcional.