Combinando el vinilo y el algodón como soporte, se consiguen unas láminas que conforman un material ideal para el revestimiento de murales y paredes en general. El vinilo le aporta al conjunto durabilidad, fortaleza y es inalterable al deterioro producido por la luz solar, ya que no pierde el color y aguanta las raspaduras y los golpes. Su colocación permite que no se vean las juntas de separación entre las distintas láminas. Pero también destacan por su facilidad de mantenimiento, ya que son fácilmente lavables sin ningún esfuerzo. Un revestimiento realizado con vinilo puede durar tranquilamente entre 10 y 15 años.
Ejemplos de colores y texturas de los revestimientos murales de vinilo
En Isolana tenemos una gran variedad de láminas de vinilo que se ajustarán perfectamente a tus necesidades. Estos son solo unos ejemplos.
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